Mi hijo de nueve años volvió de la escuela 2 veces durante la última semana destrozado. Es la época de exámenes (9 weeks testing), y el pobre, acostumbrado siempre a sacar notas muy altas, había sacado dos “B”s. Era inconsolable, aunque le aseguramos que lo amamos mucho, y si había hecho su mejor esfuerzo en el examen, estábamos satisfechos y siempre orgullosos de él. Desafortunadamente ésta es una lección que todos tenemos que aprender algún día—que no siempre vamos a tener éxito en la vida, incluso si hacemos un gran esfuerzo. Esto acepto, aunque sea difícil ver a mi hijo sufrir. Sin embargo, también sé que la presión que sienten nuestros hijos por hacer bien en los exámenes—una presión que vienen de los administradores y los maestros mismos que a su vez también sienten presión de arriba, y de los padres—es inapropiada y creo que la lección que realmente aprenden nuestros niños no es la que queremos enseñarles. Para ellos, parece que lo importante no es lo que han aprendido y cómo lo pueden aplicar a otras situaciones, sino lo importante es la nota que sacan en un examen calificado automáticamente que nunca les explica el por qué de su calificación.
La verdad es que me molesta mucho el énfasis que tenemos hoy, a cada nivel educativo, en la importancia de los exámenes, especialmente de los exámenes estandarizados como los SOL de Virginia, o el muy controversial “Common Core” que se está proponiendo en muchos estados, apoyado por nuestro Secretario de Educación Arnie Duncan. Una crítica muy astuta de este empuje hacia más y más exámenes es Diane Ravitch. Ravitch ha apuntado las injusticias de los exámenes (y del movimiento de Charter Schools en muchos estados) y ha declarado que el problema más grave que confrontan nuestros alumnos en los EEUU es la pobreza. Según Ravitch, hasta que solucionemos esto (y hay más niños viviendo en pobreza que cualquier otro grupo demográfico en nuestro país), no vamos a poder solucionar los problemas en la educación pública. En los recientes exámenes de Common Core en el estado de Nueva York, solo 30% de los alumnos aprobaron, pero para los alumnos de ESL, solo 3% aprobaron, y para los alumnos con discapacidades, solo 5% de ellos aprobaron. Ravitch, en un ensayo que escribió para CNN ha dicho “American students take more tests than students in any other nation. Our dependence on standardized testing has become excessive.” Estoy muy de acuerdo con esto y mucho de lo que dice Ravitch y otros. Pero hay otras razones por las que rechazo nuestra obsesión con los exámenes. Además de mi ya mencionada experiencia como madre, mi experiencia como profesora al nivel universitario ha influido mucho mis opiniones.
Tener estándares es importante para asegurar que todos los alumnos tengan acceso a la misma información y que todos lleguen a cierto nivel, pero como declara Ravitch, los estándares no pueden solucionar todos los problemas de la educación. En mis propias clases, los exámenes que doy sí siguen ciertos estándares (objetivos) establecidos por el profesorado. También evalúan ciertas destrezas importantes identificadas por las organizaciones profesionales a las que pertenezco. Pero los exámenes que compongo yo siguen estándares sin ser estandarizados. A diferencia de los maestros de las escuelas K-12, yo tengo control sobre los exámenes que doy. Uso los exámenes como una de varias maneras de evaluar lo que ha aprendido el alumno. Siempre les digo a mis alumnos que los exámenes son importantes para mí, pero también son importantes otras maneras de demostrar su conocimiento, como por ejemplo los ensayos, las presentaciones, y en la misma participación diaria en las discusiones en clase. Además, veo los exámenes como otra oportunidad de aprender para el alumno, parte de un proceso de aprender que durará mucho más que un semestre.
Aunque no voy a poder quitarle a mi hijo la presión que siente completamente, espero que en nuestro intento como sociedad de mejorar oportunidades para nuestros alumnos, no frustremos a ellos tanto que se rinden y pierdan su deseo de realmente aprender.
Me gusta mucho como tu blog tiene una tema evidente, y relevante a todas personas. Y verdad que la vida no siempre va en el direccion en que quieres y tu explicas esto muy bien